domingo, 23 de enero de 2011

El perro Waldo

“Al principio Dios creó al hombre, y viéndole tan débil, le dio el perro”. 

Toussenel. 


Muchas historias buscan ser contadas, otras tantas nunca pensaron que iban a serlo.
Muchas historias dejan un legado en la mente de muchos y sin importar el desgastamiento de este mundo siguen pasando de boca en boca, otras son tan infames que son más fácilmente olvidables que la cobardía de un canalla, pero hay otras sin embargo, que nos dejan un encanto sin igual sin importar que dure lo que la vida de una hormiga.


Dos amigos cierto día, argüían  acaloradamente sobre la vida, el destino y todas esas cosas que quitan el sueño a los llamados animales pensantes.
Observándolos se encontraba un singular canino, de contextura gruesa y pelo que cubría sus ojos, era un perro llamado Waldo, del que nadie sabía las cosas más elementales como quién era su dueño o qué edad tenía.

Waldo vivía pues de la comida que un señor de su misma contextura y cocinero de un restaurante, le regalaba.

Una vez ganado el sustento a base de su tosco afecto transmitido, Waldo podía vivir tranquilo, caminar sin mirar, buscar sin encontrar y proferir su amor a sus dos amadas, una pequeña perrita de raza muy refinada que rara vez volvía la vista hacia él y una muñequita de porcelana la cual a diferencia de la pequeña perrita, lo ignoraba por completo. Sin embargo Waldo les concedía su amor, algunas veces acompañado de un trocito de carne, trocito de carne que siempre era ignorado por la perrita y algunas veces comido por la muñequita, o a la inversa no lo recuerdo bien.

Waldo tenía una singular amiga, una pequeña niña de cinco años que le daba postres o el sustento cuando sabía que Waldo había compartido la mitad con sus enamoradas. Esta niña además era la causante de la mayor de las alegrías de Waldo, pues lo hacía subir a su carro cuando iba de compras con su mamá, para que este sacara su cabeza por la ventana, y la señora sabiendo el cariño que la niña sentía por Waldo, nunca le negó esta alegría compartida de niño-perro.

Y es lo que ahora os relataré mis estimados lectores, dónde mi historia toma un giro distinto, distinto y para mi inexplicable pues no soy muy entendido de las ciencias físicas o químicas, y aunque me encantaría conocer terminologías de tiempo y espacio para relatarla a niños, debo decir que soy un completo ignorante de ellas.

Cierta mañana pues, se encontraban los dos amigos que al inicio de mi relato conté, siempre hablando de diversas teorías sobre la vida, sobre su existencia y todo ello, cuando paso el carro que llevaba a Waldo con la cabeza de fuera, y por alguna extraña razón, extraña para ellos sobre todo, cuando la vista de ellos se cruzo con la del regordete can, la mente de los dos amigos entro en la del perro, lo que ahí vieron mis estimados lectores es indescriptible. 

Vieron todo aquello que en el mundo les gustaba, todo lo que les apasionaba, subieron por él árbol Yggdrasil sin arnés, se embarcaron sin puerto y sin estar amarrados para zambullirse al ritmo del canto de las sirenas, simulando hacer clavados se lanzaban del cielo al infierno y viceversa menospreciando la gravedad, todos los personajes que siempre habían admirado estaban ahí, pero nadie hacía aquello por lo cual les admiraban, Balzac paseaba con una prostituta por brazo a orillas del Sena en vez de estar escribiendo, y Hesse observaba maravillado el atractivo de una bella joven hindú mientras bailaba, Rembrandt regateaba el precio de una piel de oso y Rimbaud contaba en franca y cínica competencia con Byron.
Veían sus piernas, que ahora eran cuatro y eran patas, cayendo en cuenta por primera vez que era su impulso para caminar, abrían sus narices como nunca para saborear un exquisito trozo de carne fría.
Todo estaba ahí, todo estaba en el viaje ¿Qué era el viaje?

De repente estaban en el café de nuevo, despiertos de ese maravilloso sueño “alephiano”, habiendo comprendido todo, decidieron dejar la conversación de lado y marcharse.

Cada uno de ellos siguió un camino distinto, el primero de los amigos, se decidió a vagar feliz y tranquilamente, como Waldo se le veía enamorando alguna bella joven y entablar amistad con muchas otras más por la ciudad, el otro sin embargo, se decidió a escribir, para contar lo que sus ojos veían.

Ahora pues mis lectores, el dato más curioso de mi relato, es que estos dos amigos eran una misma persona.

miércoles, 12 de enero de 2011

Acentos

Los acentos que más me gustan (en una mujer, y hasta el momento):

1. Las gringas que hablan francés.
2. Las italianas que hablan inglés.
3. Una chica alemana en particular, hablando español.

martes, 11 de enero de 2011

El Nietzsche latino

"Si sus ojos se detenían en cambio en un lugar de alto risco, coronado por resplandecientes cipreses, se imaginaba a sí mismo sentado a la sombra de éstos, descansando, con una pluma en el sombrero, un divertido librito en el bolsillo y una alegre canción en los labios"
Don Piero

En un día domingo o quizá un día de semana que parece primero de enero con cerebros desgastados de neuronas por un exceso de alcohol festivo, y por naturaleza propia también para no caer en comentarios etilofóbicos, se encontraba Cans Hastorp caminando por los pasillos del segundo año de la sexta décima edición del "Festival internacional José Pablo Ernesto Martí Guevara Sandino de la Serna de los y las escritores y escritoras latinoamericanos con conciencia social y equidad de género a beneficio de la fundación pro búsqueda de los restos de Vago Jarque", cuando se prometió a sí mismo viendo un par de ejemplares de los libros expuestos en el festival, dos cosas, la primera que dejaría de una vez por todas de decir "ya lo he visto todo", porque al final siempre se tiene que terminar retractando y la segunda que iba a dejar de burlarse de los franceses que no hablan inglés, las mayorías siempre son peligrosas.

Estaba a punto de partir para hacer algo más interesante, como lanzar piedritas en algún estanque de agua cercano hasta alcanzar el tan ansiado quinto rebote, cuando escucho a alguien que estaba en plena ponencia sobre el malinchismo, según vio marcado en un papel pegado a la puerta del salón Jan Sol Partre.

El Grebas barba roja, era el conferencista, un famoso escritor, cuya fama se gano a base de interesantes relatos cortos de menos de cuatrocientos cincuenta caracteres y estados inteligentes en el fakebuc, del malinchismo paso al indigenismo, luego el regionalismo entendido como una pendejada y así hasta llegar a los grandes e intocables Cortazar y Dalton, intocables porque me imagino nunca los toco, al menos pensaba para si Cans no habla de escritores obsesionados con sangre coagulada e indígenas que hablaban español con acento,el grebas se excuso de retirarse un momento, aduciendo inspiración repentina la cual tenía que escribir en su estado del fakebuc, la inspiración suya es del tipo escatológico, cuando llega, llega; y sostuvo además sin que nadie lo dijera, que aunque todos le dijeran que estaba loco, ya lo había decidido su alma tan libre como un periquito australiano de centro comercial, hacer un viaje a Esquipulas en Scooter.
-¿Porque en scooter o libre alma del desierto de tu cabeza?- resonaban una y otra vez las preguntas lanzadas por la erudita y para nada impresionable audiencia.
-Pues por algo muy simple- comento el grebas con su tan característica voz de niño de diez años que ha alcanzado el onanismo precozmente -porque esa es una tradición que quiero que de hoy en delante pase al pueblo, y deje de ser un viaje propio de oligarcas explotadores en sus caballos...-
...avionazo, ese si que sería un buen nombre para juego de video en un avión, la mamá con miedo a volar, la sobrecargo estresada porque es su primer vuelo y su compañera se encerró hace media hora en el baño con el señor moreno y aún no sale ¿y si le paso algo?,  y el niño gritando -¡¡muere maldito avión transatlántico de pasajeros, toma pow pow!!-...  ¡Bravo Grebas, bravo! y la audiencia aplaudía de pie, las cuatro y veinte, es mejor partir pensó Cans, la cafetería cierra rápido y mi cupón vence ahora.

Se disponía Cans a retirarse, cuando le llamo la atención otro espécimen de este zoológico, de animales con leve o profundo retraso, en el que se encontraba, un joven entre moreno y bronceado de tres en uno, con pelo salvaje como lo podrían ser sus pantalones a la hora de bajarse para conseguir algún contrato con algún señor gordito dueño de una disquera, con cuatro hijos y muchos sueños del tipo orientacional que en su etapa de universitario no vivió por su homofobia, se hacía llamar el trovador de aguacatenango. Hablaba de sueños, de grandes cantautores que lo inspiraban, y lo hacía rimando, rimas sin sentido pero que rimaban... un poco a la fuerza, pero rimaban, cuando vio este la camiseta de Cans que decía "IGWT", empezó a proferir cierto tipo de quizá insultos contra Cans los cuales lo tomaron por sorpresa.
-Cerdo imperialista romano de la orden de Suleiman- o algo por el estilo dijo, quizá no fue exactamente así como lo dijo, pero si en un sentido así de no tener sentido, eso es seguro. 
Nick cave caminando como tom de los 70's de tom y daly, eso si que es gracioso, de alguna manera es parecido a su andar en el video de dig lazarus, dig, también por el bigote y los pantalones, si, eso debe ser, pero de verdad que no da otra impresión más que esa, que genial es Cave.

Se dio vuelta Cans, dando la espalda al trovador de aguacatenango y mostrando la cara de George que cubría el dorso de su camiseta, y siguió recorriendo el festival y pensaba en que mejor debería de llamarse lutibal, en honor a tanta neurona y cerebro que estaba siendo velado en ese recinto de féretros ambulantes,  cuando se detuvo un poco para escuchar a los animales importados del zoológico, gringos y europeos que opinaban sobre el festival basándose en sus profundos conocimientos artísticos, a la vez que más de alguno aprovechaba para contar todas las aventuras transcurridas en sus viajes realizados en estos ocho años desde que culminaron el junior high, Cans suponía que muchas de estas aventuras, estarían relacionadas con domar alguna bestial lana para confeccionar una pulserita o en comprar mataneuronas con lo justo en algún bar con olor a orines de rata y afiches de she-ra, bob marley y mi mounstrito, ¿finalmente el papá de Felipito Alameda habrá sido un militar español o un miembro de la ETA?, quién sabe, a lo mejor ni el, debe ser difícil reconocer a su papá con capucha, latinos, que todos son latinos si, hasta los portugueses, conquistador de hombres igual francés, conquistador de mujeres igual italiano sinónimo latinoamericano, conquistador a la fuerza español sinónimo latinoamericano.

Joey Zaratoga se acercaba, finalmente alguien con quién hablar normalmente un momento.

-Que desperdicio de mierda- dijo Joey
-Puta ni lo digas- abono Cans
-En estas mierdas es cuando uno ve que la represión estatal al menos una cosa rescatable tenía, yo a una pendejada así le pondría dos guardias en la entrada, ya sea porque quieren entrar estos pendejos o si por alguna razón entraron, no los dejen salir-
-Ahuevo, yo además le cambiaría el nombre, tipo aquel en el que cantaba Fobia, ¿te acordás?, pero con un nombre que también mande a la mierda todo el ambientecillo new age hippiosito que se siente en el aire en este tipo de pendejadas-
-Por gusto vos, por gusto... ¿le damos ya?-
-Ahuevo, bien y nos vamos a echar un parcillo, ¿te acordás aquel lugar dónde la mesera nos paso el celular en una servilleta?, no estaría mal ir-
-Démole pui- culminó Joey