"Y al final de la rambla, me encontré con la negra flor"
Santiago Auserón
"¿De que te quejas?""¿Porque hablas tanto?"
"¿es que nunca conociste una mujer como yo?"
Me cantaba, no, me gritaba cherry lips al oído.
Su aliento era a alcohol con un toque a pastel de algo más que chocolate,
"¿Que creías que el diablo no existe? ¡si yo lo parí!¡Yo soy Lilith!"seguía gritando mientras como víbora se paseaba sobre mi cuerpo desnudo.
"Nunca hay que soñar con algo que no alcanzas a imaginar nene"
"deeelicateee boy, you're such a delicate booooy"
"¿Dónde esta el hombre que humillo a mi Smarra cuando lo mande a vigilarte"
"¿Es eso una lágrima? me prometiste cinco orgasmos principito"
Se reía, se reía, y yo estaba mudo, no podía decir nada.
Quería levantarme y salir corriendo del bote.
"No niño, no puedes escapar, nadie te puede salvar, mate a tus adorables Leviatan, Ziz y Behemoth, no sin antes humillarlos como tu lo has hecho con mi credulidad" me gritó y sus ojos enfurecidos no bajaban del nivel de los míos, cuando alcancé a ver un cuchillo en su mano que en mi pecho se disponía a clavar...
Me desperté, me desperté sudando y asustado, ¿que fue eso? ¿experimente algo que podría llamar mi contraparte femenina? ¿de una experiencia tan horrible fue que derivo stairway to heaven?, inquieto mire hacia todos lados, me levante y fui a hacer un café para tranquilizarme un poco, una radio a cierta distancia se escuchaba "mujer, mujer, el diablo te viene ver, trae en el pecho un clavel, trae en la mano un cocktail... para ti uh uh..."
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