La lluvia caía,
el tren no se movía si no el mundo,
una mujer apoyando su cara en su mano formaba un corazón,
tras la forma asimétrica la vio,
estaba sola y sonreía,
siempre sonreía,
no le importaba la tristeza del entorno,
solo sonreía.
Hay historias de amor y desamor,
Unas cuentan de príncipes con entrepiernas de Ken y rosas de fango que jugaban a ser sus barbies,
esas a nadie le importan.
Otras más atrevidas cuentan de astutos y vírgenes,
esas son malas pero a más de alguno hacen la vista girar.
El no quería eso,
quería una historia que al contar lo hiciera reír,
esa que portara la lámpara de la normalidad.
Nunca la encontró,
nunca la encontró, hasta que se dio cuenta que la tuvo;
la tuvo, y no se dio cuenta,
¿Porque buscamos sin encontrar?
¿Porque encontramos sin buscar?
Y el tiempo que no pasaba rápido,
le dio por volar.
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