lunes, 8 de julio de 2013

Leviatán, Behemoth y Ziz

"Después de tanto escribir
Después de tanto soñar
Después de tanto ser rebelde
Sin tener que atacar, que quieres encontrar?"
Paco Huidobro

Y ya son 3, y hasta se me había pasado la fecha.
Ahora hasta siento ya pesado el verano, yo, que soy latino.
Y cada día es mas lejano aquel tres de Julio que dejé Sivar.
Hasta la vida de estudiante dejé ya.
Incluso el libro de Vargas Vila dejé, aquel que se vino conmigo de Sivar. Si ,lo dejé. En una librería de un pueblito colindante con Gales. Eso si, le dejé mi dirección marcada, por si algún día lo encuentra alguien y le gusta, pues me lo deje saber.
 Llegué al extremo, de dejar mi poca seriedad de viajero. Esa que un día me tenia preguntando en un centro metodista en Ginebra, si tenían posada para un fiel creyente. Y que me hizo presentar a Stephen y Leopold, en un trayecto a pie entre Ginebra y Versoix.  Que los hubiese unido en mi vida?... Leitmotiv: anosmia.
Y la vida de soltero también la dejé. Muchos versos de Sabina dejaron de ser míos. El lobo de mar se anclo en la ciudad. En una ciudad, que ahora, es puerto menor.

Muchas otras cosas, sin embargo, no las dejé.
Siempre tengo esa mala costumbre de seguir leyendo los diarios de Sivar.
Como duele Sivar, incluso de lejos.
La testarudez tampoco creo haberla dejado.
Todavía sigo creyendo que un día voy a cambiar algo, si no cambio.
Hasta sigo citando a Vedder.
Y volví a encontrar a Borges, y a su mejor amigo.
A Joyce también.

Como pasa el tiempo.
Lo bueno, es que nunca me va a pasar.




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