Me desperté, sudando y agitado... "tranquilo, todo esta bien, solo fue un sueño" decía mi mamá "apúrese, que su amiga lo esta esperando en la sala, como cada jueves"...
viernes, 30 de abril de 2010
Camaleón
"No te preocupes, a veces soy tan inteligente que hasta a mi me cuesta entenderme" decía a la chica quién emocionada confesaba estar maravillada ante la noticia que el nombre David Copperfield, era un legado más grande que el de un simple ilusionista, cuando me di cuenta de algo, estaba citando a Wilde, tal vez no me hubiera inquietado tanto, si en la mañana al escuchar una canción, no me hubiera parecido que hablaba de mi vida "te mentí y me dejaste hacerlo, pero igual jamás voy a engañarte..." recordé la letra, ¿que me pasaba? repentinamente había dejado de tener una vida, lo que escuchaba, lo que leía, lo que veía, todo había pasado a ser mi vida, me vi confesándome en una pequeña iglesia cerca de un mar en alguna región nórdica, descubriendo aterrado que mi confesor era la misma muerte, esa que una y otra vez se había presentado a la puerta de mi cuarto. De repente me convertí en una especie de Eugenio Oneguin, cada frase que proferí a alguna mujer para hacerla caer en la tentación parecían ser un viejo poema de Byron, ¿de Byron? ¿es que acaso mi nombre es Damaetas? no podía recordar nada de mi infancia ¿es que la había pasado en San Petesburgo, a la sombra de Alioscha Karamazov en alguna funeraria? ¿el asco que siento por la sociedad es mío o era de algún adolescente conflictuado neoyorquino? mi mente parecía ser un jardín de senderos que bifurcaban, de repente alguien me decía que había perdido la cordura y estaba en una especie de lugar psiquiátrico, en una montaña que parecía ser mágica...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJajaj, ¡qué ensalada! Me llega.
ResponderEliminar