George Harrison
Tengo ganas de levantarme a las cinco de la mañana,
tengo ganas de correr,
tengo ganas de hablar tonterías menos incoherentes como cuando era niño,
tengo ganas de reír de una manera contagiosa,
tengo ganas de sentir la esperanza a pesar todo,
tengo ganas de cantarte todas las canciones de George al oído,
tengo ganas de comerme al mundo sin cubiertos y desafiando todas las reglas de la etiqueta,
tengo ganas de vestirme bien solo por el placer de hacerme un nudo de corbata,
tengo ganas de contar chistes tontos, embarrarme todo cuando como y andar sin bañarme sin que me importe como antaño,
tengo ganas de leer a Lewis Carroll,
tengo ganas de cantar desafinado como Tom Waits,
tengo ganas de conocerte y saber dónde te has metido todos estos años,
tengo ganas de desafiar todo lo lógicamente cuadrado,
tengo ganas que siga nevando y la temperatura bajando,
tengo ganas que Fobia saque ya su nuevo álbum,
tengo ganas que la iglesia católica hable menos pendejadas cada día,
tengo ganas de ver el final de los X-files,
tengo ganas de ver a Goku y a Benito,
tengo ganas de ver Por la libre y Nicotina,
tengo ganas que la huelvelena me diga que soy chistoso y se haga seguidora de mi blog,
tengo ganas de tener tres perros enormes con nombres biblícos como Leviatán, Behemoth y Ziz,
tengo ganas de conocer Marrakech,
tengo ganas de ser menos serio,
tengo ganas de salir adónde sea y aunque sea quince minutos solo con mi papá,
tengo ganas de salir adónde sea y aunque sea quince minutos solo con mi papá,
tengo ganas de quedarme hablando con mi mamá y mi hermano hasta medianoche,
tengo ganas, tengo ganas... ¿de que tengo ganas? tengo ganas de todo menos de no tener ganas de tener ganas.
JIjiji, está bonito.
ResponderEliminarPresentale tus chuchos bíblicos a mis chuchos rurales imaginarios Arcatao y Arambala.
Aunque suene a Nicanor Parra choteado, me guuuusta lo de comer el mundo sin etiqueta, sabiendo de dónde venís, Mr. Ing.
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