lunes, 20 de diciembre de 2010

Premièr séjour (I)


“-On s’emmerde aujourd’hui dit Paton.
-Oui, dit Lune. Tu te souviens la semaine dernière?”
Boris Vian.

Stage

Hace casi seis meses me embarque en una de las aventuras y experiencias quizá más enriquecedoras que hasta este momento de mi vida he tenido, me decidí estudiar en Europa, poco o mucho sabía de lo que era la vida lejos de la familia y los amigos, lejos de ese sol y esa cultura que abona el suelo dónde crecí.
Días difíciles son los primeros llegando al lugar que nos adjudica la nacionalidad extranjera, diferentes son las costumbres, diferentes son las personas, resumiendo algo que a todo punto de vista es lógico, Europa es diferente a América Latina y siendo más específicos, Francia es diferente a El Salvador.
Llegue sin saber que me esperaba, llegue quizá sin saber que esperar, solo pensando en mi futuro, con la certeza que todo abonaría para mi crecimiento intelectual, mi crecimiento académico, mi crecimiento cultural, pero sobre todo sin duda, mi crecimiento personal.
Para mis primeros dos meses decidí optar por el sistema de pasantías de verano que ofrecía mi escuela. Llegar un domingo por la tarde a Francia, con el cambio de horario, para empezar a trabajar un lunes, es sin duda una de las pruebas más duras que he superado hasta estos días. Las madrugadas de la cosecha del trigo, la identificación de familia en los pollos de “Loue”, el ordeño mecánico a las cinco de la mañana, adiestrar una vaca, a la cual para ver casi me toca inclinar el cuello hacia arriba para verle la cara, a entrar a una sala de ordeño, encontrar en un perro labrador el mejor amigo de entre toda la campiña francesa, aprender a manejar cuatro tipos de tractores en cursos de quince minutos por cada uno, son experiencias, que a lo mejor sean duras, pero a la vez solo superables por la sensación de satisfacción que nos dejan.
Si algo tendría que resaltar de mis prácticas además de todo el agradecimiento por como fui recibido y tratado por las familias que me albergaron, sería sin duda a Mayeoul, el hijo de nueve años de una de estas familias, una de las personas más interesantes que he conocido en mi vida, un eterno enamorado de los animales y un experto en serpientes, sabiendo cual es el grado preciso de peligrosidad de cada serpiente que habita en el territorio francés nos embarcábamos cada fin de semana en “la chasse de serpents”, descubriendo los conocimientos más básicos sobre el trato y la interrelación del humano con la serpiente, nuestras aventuras cada vez que terminaban me dejaban ansioso por lo que en la próxima veríamos. 

Y no solo eran serpientes lo que se ve en la campiña francesa, jamás voy a olvidar el día que vimos a cinco metros de nosotros un jabalí, separado únicamente por un río, son muchísimo más grandes de lo que uno imagina y según Mayeoul, son lo más rico que ha comido.













Polonia

Y así pasaron mis dos meses de prácticas, para darle paso a una última aventura “pre-master”, mi descubrir de la Europa del Este.
“In Poland you just have to be careful of the skinheads” me decía Sophie en su último mensaje que leí, gran sorpresa que quién iba a la par mía en el vuelo era uno, portando tatuada la cruz gamada en uno de sus brazos, quién no sé si no le hablo al sobrecargo por ser gay o a mi por ser latino, pero yo el lema de la fifa lo cambiaría por “fuck racism” (los clichés no, sobre todo cuando son utilizados por una persona poco seria para hacer comentarios jocosos en sus escritos).
Claro que no voy a centrar mi escrito sobre Polonia en una minoría insignificante de personas que se frustro porque por alguna razón dejaron de estudiar cuando tenían diez años y no les quedo más que seguir el camino de la ignorancia y adorar una ideología que anteriormente fue utilizada por un pueblo (al que aún ahora ellos consideran enemigo) para violar su honor y soberanía en un par de horas, sobre todo porque soy un hombre positivista pseudo llamado de ciencia, que no ve ni el vaso ni medio lleno ni medio vacío en circunstancias globales, si no siempre lleno, mitad líquido mitad gas.
Cuanta diferencia existe entre los países del este con los del oeste, y no solo en lo referente a desarrollo económico, si no en varios sentidos, nunca había conocido jóvenes a los cuales bajo el nombre de un gentilicio podría estereotipar de una manera positiva (y tan positiva)  como a los polacos;  es increíble cuanto una de esas plagas modernas consideras como una ideología redentora pueda destruir un pueblo, y el mismo renovarse enviando a toda esa larga lista de octogenarios retrogradas que jóvenes de todas partes del mundo, los cuales nunca han tenido cinco minutos para leer un libro de historia, consideran como revolucionarios vanguardistas; contar con un grueso de la población estudiantil enrolada en carreras técnicas quienes dicen ser ellos que levantaran al país en vez de escucharlos decir quién es el culpable de la situación en la que se encuentran.
¡Que viva Polonia y sus mujeres, las noches de Torun y vodka con amigos, su gente simpática y acogedora, y tantas buenas experiencias, sensaciones y percepciones que este país es capaz de dejar!




Tonterías y clichés.

  • Me pico un gallo en Francia
  • Pasando por trigales me daba por decir “Mi nombre es Máximo Décimo Meridio hijo de…”
  • Al llegar a Cracovia, en la plaza que se encuentra a la par de la estación de trenes me dieron una hoja volante sobre el tour del comunismo
  • Descubrí que a lo mejor y mi estrategia con las mujeres la debería centrar en papel y lápiz más que en abrir la boca
  • Escuchando immigrant song a las dos de la mañana en un tractor para la cosecha del trigo, me hizo imaginarme estar combatiendo en alguna guerra de esas que hacen los gringos en algún país que sus soldados nunca podrían ubicar en un mapa
  • Las mujeres alemanas no están muy lejos de ser deidades
  • Quisiera ser el personaje de un cuento de Boris Vian
  • Descubrí que tengo una debilidad por las mujeres morenas de ojos verdes
  • ¿Y si proclamamos a Hesse como la segunda venida de Jesús?
  • He descubierto que podría trabajar de cómico imitador
  • Si alguna vez llego a ser un millonario compra voluntades y conciencias sin que nadie sepa que paso haciéndose los majes, compraría la alegoría a la muerte de Andrea Andreani… y quizá la colección privada de Rembrandt
  • En polaco no significa si y las bromas que los polacos hacen de esto con el vodka, pueden ser peligrosas. Pa pa significa adiós y como idiota me anduve diciendo pa pa y ma ma. La única frase que aprendí en polaco es kurwa mac, tak!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Latino

 "Tengo actitud desde los 5 años"
 Residente

¿Cuantos músicos sin talento he escuchado llorar por su falta de oportunidades?
¿Cuantos artistas (en todas las ramas) a los cuales más productivo sería darles una pala por su pincel, su pluma o su guitarra me han querido vender como "Dylans" en su género?
¿Cuantos idiotas no he escuchado jactarse de regionalismos estúpidos apelando a identidades inexistentes?

No sé si es porque estoy tan lejos de mi pedacito de país,
si es porque me hace falta el sol,
si es porque me hace falta la gente que te recibe con un abrazo y sonríe aunque no haya motivo,
pero nunca había escuchado una canción que exprimiera el sentimiento de ser latino,
ese sentimiento que nace el mismo día que nuestra sombra,
ese sentimiento que ni siquiera sentimos el día que se volvió orgullo,
ese sentimiento que solo lo podemos sentir nosotros.
Nosotros, esos que nacimos más tarde que todos los demás.
Nosotros, los que pedimos perdón cuando nos deberían dar las gracias.
Nosotros, los únicos que contamos con la bendición de poder regalarle a nuestras novias ramos de rosas, frutas o estrellas por igual.
Nosotros, los que sabemos que un buen plato de cualquiera de nuestras comidas llenas de carbohidratos y bajos en proteínas es muchísimo más bueno que el más fino de los manjares que se comen por las zonas mediterráneas.
Nosotros, los que tenemos una historia joven,
joven pero desde ya compleja, ansiosa y deseosa, ¿de que? de todo.

Si alguna vez tuviera que definir que es un poeta urbano,
mala palabra para un jovencito jactancioso de conocer literatos desde Pushkin pasando por Goethe hasta Vian,
creo que simplemente diría: René Pérez Joglar "Residente".

http://www.youtube.com/watch?v=w6qgro6a8wA


jueves, 9 de diciembre de 2010

Mors mortem superavit

"I won't shake your hands 'cause death has no plans"
Richard Ashcroft


-¡Hoy si me puedo morir contento!- dijo Cans Hastorp mientras caminaba por un pequeño callejón de una ciudad (digamos tan lúgubre como Rennes) y aún con la excitación latente que el concierto de Nick Cave le había dejado, cuando escucho unos pasos provenientes de las sombras.
-Si hay alguien por ahí que osa venir robarme, sepa que no opondré ninguna resistencia- balbuceo Cans entre risas.
-En efecto, vengo a robar algo de ti- se escucho que decía una voz proveniente de la oscuridad.
-¿Y que será? hoy tengo cambio y hasta me haría bien no comerme el kebab que estoy pensando- continuo bromeando Cans.
-Tu vida- dijo el caballero saliendo de la penumbra. Rondaba el metro ochenta, piel blanca, pelo negro largo, jeans azules, camiseta negra con la cara de un conejo morado, sus zapatos all-stars azules, su cinturón café y portaba un abrigo negro con una bufanda del mismo color.
-Que bonita camisa- dijo Cans admirado.
-Gracias- respondió el caballero y continuo diciendo -siempre me gusto Donnie Darko, me inspira a ser original en mi trabajo-
-¿Y cual es su trabajo?, si puedo saber - pregunto Cans.
-Desempeño un trabajo, mucho más antiguo que el desempeñado por las mujeres de la vida galante-
-¿Quienes?-
-Las putas pues- respondió con gesto intolerante.
-ah ok...¿Se dedica usted a mentir?-
-No... soy el frío mensajero del cual nadie quiere recibir mensajes... soy el resultado de una noche de copas entre satanás y el pecado... soy el único ente que ha existido que no conoció el termino discriminación... soy ¡la muerte!
-¿Esta usted drogado?- inquirió Cans.
-¿Es que no me crees?- contra-argumento el ser que se llamo anteriormente a sí mismo muerte.
-No, no es que no le crea, pero eso de que no discrimina es una buena alucinada, ¡mire que venirme a traer hasta acá!-
-No entiendo tu punto- dijo la parca, mientras invitaba con sus manos a Cans a tomar asiento en la pequeña vereda.
-Es que parece que solo se le da por llevarse latinos últimamente... bueno también chinos y árabes, pero venir a traer un latino a Europa deja su aseveración más mal parada que a Pablo Coelho en la sección de literatura-
-jeje ese esta bueno, el día que me toque visitarlo le voy a hacer la broma... pero bueno, de una vez a lo que venía-
-Le propongo algo, juguemos mi vida en una partida de ajedrez- dijo Cans, en un intento por posponer el beso frío.
-Lo siento Cans, ya vi el séptimo sello- dijo, e hizo un movimiento con su mano simulando tener una guadaña.
-¿Un último viaje cambiándole el nombre por Virgilio ...?-
-No... Pero dime ¿cual es la gana de seguir acá?, la gente es tonta...-
-Incluso acá- interrumpió Cans -dónde tanto critican a los gringos y no andan muy lejos de ellos-
-¡Ves! ¿que te motiva?-
-Pues es que por muy pocas ganas que tuviera de quedarme, pero no creo en la reencarnación, y mucho menos en los aburridos conceptos esos de cielo e infierno... aunque el segundo al menos por la compañía debe ser menos aburrido, supongo, aunque eso de las eternidades igual y debe ser tedioso.
-Me caes simpático Cans, por eso te voy a decir lo siguiente: ¿dime la razón por la que no me temes?, y si me parece válida o al menos interesante, mi viaje de vuelta lo hago solo- prometió la pálida, como quién promete no volver a tomar después de una noche de cointreau.
-Porque desde que comprendí química, mi percepción sobre usted cambio- concluyó Cans.


Se encontró de nuevo solo en el callejón, como quién despierta abruptamente de un sueño, pensando en una sola cosa ¿a dónde es que quedaba esta venta de kebab que cierra hasta las dos?

sábado, 4 de diciembre de 2010

Mec

"Out, out, brief candle! Life's but a walking shadow, a poor player that struts and frets his hour upon the stage and then is heard no more: it is a tale told by an idiot, full of sound and fury, signifying nothing." 
Macbeth (Act V, Scene V) / William Shakespeare.




Se que alguien ha empezado un relato de esta manera, pero igual lo haré yo, pues me imagino hay algunas cosas sobre mi que les interesa saber, mi nombre es Augusto Sombra, mi edad a penas cuenta los ocho mil seiscientos once días, mi biblia con la que predico es mi bate, soy un heraldo de Nietzsche, mi escuela es el mundo y mis profesores quienes yo decido.

Desde hace mucho deje la iglesia, los templos en los que ahora suelo congregarme son de carne y no de piedra, y a la inversa de antes, es a mi a quién se venera.

No detesto al mundo ni a nadie, nadie me ha hecho ningún daño, no es nada personal mi accionar. No tengo traumas de infancia ni depresiones adolescentes. No me considero ni bueno ni malo. No soy un católico que cree en el diablo por rebeldía y confusión teórica, solo trato de personificar su concepción. Soy superficial hasta cierto punto, rebasándolo soy insoportable, mi honestidad es brutalmente intolerante. Abandero la teoría del caos, es un ideal, más no una ideología, desde hace años deje de creer en los sufijos.

Hace mucho lo que de mi se piensa dejo de importarme, finalmente caí en la cuenta que sé el doble que cualquiera, y para agudizarlo, soy integral.

No tengo una causa, soy los caminos que nadie ve al tratar de alcanzar una.

No soy un grito desesperado, simplemente soy un grito.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La esperanza de algunos

Lamentable, adj. Estado de un enemigo o adversario después de un encuentro imaginario con uno mismo.
Ambrose Bierce - Diccionario del Diablo.

-¿Y cuanto cuesta?-
-mmm no señor, eso no sé vende-
-¿Como que no se vende?-
-Así es, no sé lo puedo vender- respondió la señorita de lentes.
-¿Pero como me viene usted a decir eso? es usted durita ¿eh?, póngale precio y yo lo pago- decía con una sonrisa picaresca en el rostro.
-Como le repito señor, eso no se vende-
-No hay nada que no sé venda en estos días, vengo de comprarle la dignidad a un tipo que se me quería hacer el incorruptible así que no me salga con que no hay concepción para ello-
...silencio...
-Mire que voy a ir a otra biblioteca si sigue haciéndose del rogar-
-Pruebe también en el museo de la vuelta-
-¡Esto es el colmo, es usted una maleducada!, ¿es que sabe quién soy yo?- dijo con un gesto de prepotencia el insistente comprador.
-Felizmente que no-
-Mire señorita, por favor, no nos exaltemos-
-Yo no estoy exaltada-
-De acuerdo, mucho mejor, lleguemos a un acuerdo ¿le parece?-
-Señor como le repito, no se la puedo vender, eso es imposible-
-Es que mire, alguien me recomendó que viajara, que fácilmente podría encontrarla de esa manera, me fui por Europa-
-¡En serio! es mi sueño conocer Europa, poder sentir esos vientos que inspiraron tantos artistas y ver su obra de cerca, tanta historia, cuénteme, ¿que lugares tuvo la oportunidad de conocer?-
...silencio...
-Bueno ya, ¿me va a dar un precio o no?- decía mientras pensaba que si al menos fuera un poquitito atractiva para tener que aguantarla.
-No- dijo. Y encendió la radio, Heaven Sent de Inxs sonaba.

Salio enojado y cerrando de golpe la puerta, pensando como en estos tiempos que todo se vende, no fuera posible comprar aunque sea un poco de cultura, increíble ¡Ni con todo el dinero del mundo!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Tonalli

"Here comes the sun, here comes the sun, and I say it's all right"
George Harrison



Tengo ganas de levantarme a las cinco de la mañana,

tengo ganas de correr,

tengo ganas de hablar tonterías menos incoherentes como cuando era niño,

tengo ganas de reír de una manera contagiosa,

tengo ganas de sentir la esperanza a pesar todo,

tengo ganas de cantarte todas las canciones de George al oído,

tengo ganas de comerme al mundo sin cubiertos y desafiando todas las reglas de la etiqueta,

tengo ganas de vestirme bien solo por el placer de hacerme un nudo de corbata,

tengo ganas de contar chistes tontos, embarrarme todo cuando como y andar sin bañarme sin que me importe como antaño,

tengo ganas de leer a Lewis Carroll,

tengo ganas de cantar desafinado como Tom Waits,

tengo ganas de conocerte y saber dónde te has metido todos estos años,

tengo ganas de desafiar todo lo lógicamente cuadrado,

tengo ganas que siga nevando y la temperatura bajando,

tengo ganas que Fobia saque ya su nuevo álbum,

tengo ganas que la iglesia católica hable menos pendejadas cada día,

tengo ganas de ver el final de los X-files,

tengo ganas de ver a Goku y a Benito,

tengo ganas de ver Por la libre y Nicotina,

tengo ganas que la huelvelena me diga que soy chistoso y se haga seguidora de mi blog,

tengo ganas de tener tres perros enormes con nombres biblícos como Leviatán, Behemoth y Ziz,

tengo ganas de conocer Marrakech,

tengo ganas de ser menos serio,


tengo ganas de salir adónde sea y aunque sea quince minutos solo con mi papá,

tengo ganas de quedarme hablando con mi mamá y mi hermano hasta medianoche,

tengo ganas, tengo ganas... ¿de que tengo ganas? tengo ganas de todo menos de no tener ganas de tener ganas.

Nostalgia

"Like the day we first kiss, nothing seems to exist"

Rox - Rocksteady.

Corrían los últimos días de mayo, terminando y dejando en orden todo, empacando las cosas para regresar al hogar paterno, todo estaba listo, mi candidatura había sido aceptada, me iba a vivir a Europa.

Los vestigios de ese niño gordito que se entretenía horas con los video juegos me movieron a comprar el juego del mundial para la PS3 en mi última tarde capitalina, y la vida en Santa Ana, dónde todo transcurre más tranquilo, más bonito, más feliz, se asomaba en mi futuro nuevamente, ese futuro que ahora refleja en el espejo convexamente un ser más viejo, desconociendo toda concavidad.

Y así de feliz transcurrió este corto tiempo, entre mi juego, el verdadero mundial por la tele, salidas paternas añoradas, comidas calientes hechas con amor, un gimnasio y mi primer si al mundo de las pesas por una injerencia femenina, los viejos amigos, las tardes de fútbol, el trafico santaneco horrible de 1 minuto, las nevadas, la incursión en el mundo del café, una que otra semana apresurada en Miami estilo mamá, las madrinas... para un hombre de mundo es muy exótico volver a casa dice Bunbury, y no sé que tan de mundo seré, pero que alegría es volver a ser de pueblo.

El otro día, escuché en una estación de radio francesa, una canción llamada rocksteady de Rox, debo decir que ni siquiera me gusta y a decir verdad, la conozco subconscientemente porque venía en el soundtrack del video juego del mundial, pero de una manera que nunca había sentido, un switch en mi encendió, que fea es la nostalgia.

lunes, 22 de noviembre de 2010

24

"The soul is born old but grows young. That is the comedy of life. And the body is born young and grows old. That is life's tragedy.”
Oscar Wilde


Un mundo de formas perfectas y seres imperfectos,
pelotas cuadradas que patear y cuadros circulares sin razón, sin ofender la susceptibilidad de artistas modernos claro esta.

Tantas mujeres que nos dibujarán sonrisas en el rostro,
y aún más las que se robaran nuestros sueños para regalarnos pesadillas.

Tanto imbécil del cual reírse,
sin necesidad de pelear para demostrar que tenemos la razón,
y como ya lo he dicho, ¡como me encanta parafrasear!

Tantas mentiras que serán creídas con agrado,
y tantas verdades que serán escupidas con agravio.

Tantas desilusiones que vendrán luego de compartir la cama con alguna mujer,
y tantas ilusiones que nos darán el simple hecho de tomar la mano de alguna otra.

Tantas inspiraciones perdidas que una noche de reportes no podrán recuperar,
 y tantas charlas tontas con amigos que estarán ahí dispuestos para tenerlas.

Perros que siempre estarán ahí para recordarnos que el orden natural es sagrado,
y a los cuales al tratar de domar con una mordida o un desplante nos responderán.

¿Porque siempre me voy a sentir identificado con niños filósofos?

¿Soy un ingeniero que escribe? o ¿un escritor que se equivoco de profesión?

¿Soy un hombre de ciencias o un humanista?

Simplemente soy alguien que le va a buscar el alma hasta las piedras, un rebelde de pelo corto, un beatle que no aprendió ni a tocar la guitarra, un wildeano que va a luchar contra la grotesca y penosa rutina que nos han vendido como modus vivendi mientras respire...

¿Es que cambiaría algo de lo que he hecho en mi vida?
Solo aquello que ha borrado la alegría de los rostros de quienes más en esta vida quiero...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Todo comenzó con un libro de Boris Vian.

Si fuera un dios haría lo que Neptuno hizo con una ninfa, la transformaría en un hombre”
Sören Kierkegaard

Todo comenzó con un libro de Boris Vian,
Y una sonrisa confidente;
No quedaba tiempo para la discreción,
Ni discreción para ir al ritmo del tiempo;
-¿Cuál es el nombre que acompaña a esos ojos?- pregunto ella,
-No escondas los ojos de quién el nombre demanda – respondió el;
Y quitándose sus lentes tomo el asiento ocupado por las hormigas.
¿En qué momento el contacto tácito del aire se vuelve físico?,
En el momento en que la razón cede.
Por la mañana había entregado al viento un cumplido para el sol,
Y ahora caía en la cuenta que palabras de conformista profirió.
-Eres el sentimiento renacentista- dijo en su oído,
-Y tú un magister simplista- sentenció.
-Había soñado contigo-
-¿Y que son los sueños?-
-Son los niños del subconsciente-
-Tu mano se ha ganado la confianza de mi falda-.
¿Es posible que una princesa se enamore de un simple esclavo del palacio?,
¿O es que acaso al rey le gusta jugar a enamorar cortesanas?
Nuestra inteligencia algunas veces, rebasa nuestros propios límites,
El amor es algo más que un sentimiento de jóvenes dice seduciendo a nuestra conciencia;
Por un tiempo logra engañarla, pero al  desaparecer la seducción,
Irónicamente al oído de la ninfa la sentencia de Neptuno reverbera,
Mientras con el alba se marcha.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Insanía temporal

"Y al final de la rambla, me encontré con la negra flor"
Santiago Auserón
"¿De que te quejas?"
"¿Porque hablas tanto?"
"¿es que nunca conociste una mujer como yo?"
Me cantaba, no, me gritaba cherry lips al oído.
Su aliento era a alcohol con un toque a pastel de algo más que chocolate,
"¿Que creías que el diablo no existe? ¡si yo lo parí!¡Yo soy Lilith!"seguía gritando mientras como víbora se paseaba sobre mi cuerpo desnudo.
"Nunca hay que soñar con algo que no alcanzas a imaginar nene"
"deeelicateee boy, you're such a delicate booooy"
"¿Dónde esta el hombre que humillo a mi Smarra cuando lo mande a vigilarte"
"¿Es eso una lágrima? me prometiste cinco orgasmos principito"
Se reía, se reía, y yo estaba mudo, no podía decir nada.
Quería levantarme y salir corriendo del bote.
"No niño, no puedes escapar, nadie te puede salvar, mate a tus adorables Leviatan, Ziz y Behemoth, no sin antes humillarlos como tu lo has hecho con mi credulidad" me gritó y sus ojos enfurecidos no bajaban del nivel de los míos, cuando alcancé a ver un cuchillo en su mano que en mi pecho se disponía a clavar...

Me desperté, me desperté sudando y asustado, ¿que fue eso? ¿experimente algo que podría llamar mi contraparte femenina? ¿de una experiencia tan horrible fue que derivo stairway to heaven?, inquieto mire hacia todos lados, me levante y fui a hacer un café para tranquilizarme un poco, una radio a cierta distancia se escuchaba "mujer, mujer, el diablo te viene ver, trae en el pecho un clavel, trae en la mano un cocktail... para ti uh uh..."

sábado, 6 de noviembre de 2010

Y Damaetas creció.

"De pequeño me enseñaron a querer ser mayor, de mayor voy aprender a ser pequeño"
Enrique Bunbury.


Y Damaetas creció, 
no quería que más por su vida esos placeres infernales corrieran;
La simpleza, las ingeniudades, las charlas tontas que una y otra vez sus amigos tenían,
mientras el como Demian recorría déjà vus, pasaron a ser sus favoritas.
No quería seguir o quebrantar leyes,
simplemente quería ignorar que existían.
Solo quería ser un chico beatle,
cantando al oído de una chica poco peinada que le gustara bailar aunque no supiera como.

sábado, 30 de octubre de 2010

Caminaba

Caminaba.
No le importaba hacia dónde iba, la única que le indicaba el camino era su nariz.
Se instalo en un país extraño, y al poco tiempo sabía más del terruño que los que le llamaban extranjero.
Caminaba.
Se dio cuenta de algo, su ego podría ser superado únicamente por su inteligencia.
A diferencia de Raskolnikov, se podía coger al mundo sin esperar ninguna represalia.
Caminaba.
¿Y que le importaba si tenía métrica o no? Joyce nunca la tuvo y subió un peldaño arriba del que esta sentado a la izquierda del hijo.
Había muchas verdades, pero la única que podría atribuirse el título lo acompañaba.
Caminaba.
Se reía del mundo, ¿porque?
Porque este era incapaz de hacerlo de si mismo.
Caminaba.
Se puso al mundo por bandera, lo nalgueaba y solo seguía caminando.
Le encantaba parafrasear, al fin y al cabo, fue su cerebro el que dijo todo esto hace algunos siglos, opiniones prestadas pero suyas finalmente.
Caminaba.
¿el nirvana? no, es muy poco.
Prefiero caminar.

sábado, 21 de agosto de 2010

De lo que se habla en un café

En algún café parisino o a la orilla de alguna piscina en Marrakech, no lo recuerdo la verdad, os voy a contar una pequeña historia mis fieles lectores(perdonadme que escriba como un español de hace dos siglos, pero algunas veces suelen venir a mi arranques esporádicos de una persona que osa de parecer medianamente interesante),se encontraba nuestro gran anti-héroe de película Cans Hastorp conversando con su inseparable amigo Virgilio Corneta, sobre cosas trascendalmente o intrascendalemente interesantes y cotidianas.

- ¿Y te la cogiste pendejo?-
-Si maje, y en la primera noche-
Os diré que Cans Hastorp suele ser una persona muy educada, jamás dice obscenidades, pero cuando particularmente se encuentra con Virgilio, da rienda suelta a su extensa lista de soecidades.
-Ahuevo, te voy a creer... pero si sos feo cabrón, jamás voy a entender que te ve una mujer- sentenció Virgilio
-Feas tus nalgas pendejo-
-Que pedera se puso Fingal maje, yo creo que es la primera vez que se motea-
-si, de seguro que si, y para mas joder que le ponemos el anillo del capitán Beto jaja-...
-Mira, y vamos a ver a Bunbury ó ¿no te da permiso tu mujer?- reclamo Cans
-¿Mujer? ¿cual mujer pendejo?-
-¿cual?, la que te tiene del culo maje-
-Mira, esta es la lista de puteadas en alemán que me enseñaron-
- Jaja... está bien-
-jua jua, reíte como hombre culero-
-Y vos contesta como hombre pendejo, ¿vamos a ir o no al concierto?-
-La otra semana te digo maje, es que me tienen bien del culo-
-¿La mujer?-
-¿¿La mujer??... pendejo, del trabajo-
-Mira, y hablando de otras mierdas, ¿te gusto el sueño stereo o no?-
-no sé men, es que vos sabes que en lo tranqui yo paso-
-jaja, como pasas por allá abajo-
-pendejo, vos que te de verga queres vea-
-No, eso es lo que vos ansias-
-Cerote, ¿alguna vez has notado que las cosas que intrínsicamente nos decimos nosotros son las mierdas que les prometemos y perjuramos a todos los culos?-
-Ahuevo, pero no te pongas de culero, mejor le vamos dando ya que es medio tarde-
-¿si no que? ¿te regañan?-
-ahuevo, me regañan desde 7000 km de distancia pendejo- dijo Cans, mientras se levantaba.

Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.

Porque

Porque siempre voy a preferir los perros grandes a los que parecen ratas,
porque siempre voy a inclinarme por fobia antes que 1,000 grupos más "elevados" y "fumados",
porque siempre voy a preferir hablar con un niño antes que tener una conversación aburrida con cualquier adulto,
porque siempre voy a usar all-star aunque tenga 60,
porque siempre voy a escuchar el sueño stereo y el dynamo una y otra vez sin aburrirme,
porque siempre me va a parecer que todo lo que escribió Wilde es lo más inteligente que se pudo haber escrito,
porque siempre voy a pensar que los escritores latinoamericanos salvo Borges, los cuentos de Cortazar y ahora Roberto Bolaño, son un bodrio literario que huele a arjona escribiendo un libro sobre un baile folclórico,
porque siempre voy a preferir viajar de la manera más barata y menos prepi posible,
porque siempre me voy a creer Kolia de los hermanos Karamazov,
porque siempre voy a pensar que puedo hacer lo imposible sobre todo cuando me digan que no puedo hacerlo,
porque siempre voy a hacer puchero por bañarme con agua fría,
porque quizá mi primer hijo que se va a llamar Leopoldo no se va a avergonzar de decir que soy su papá,
¿porque? no sé, pero ese soy yo... 


sábado, 7 de agosto de 2010

De Ripley

Un joven ingeniero francés le dice a otro ingeniero francés mucho mayor(los 2 zootecnistas):

-Es que su hermana se hizo, vege... vegetarianista o vegetariana, algo así-
-¿Y entonces no come nada de carne?-
-No, nada de carne... y no solo eso, tampoco ningún otro producto derivado de animales-
-¿Ni siquiera queso?- y el joven ingeniero niega con la cabeza -c'est fou- con una cara de admiración y decepción.
-Y cada vez hay más jóvenes, es una tendencia que va en aumento-


p.d. Lo de Ripley no sé si sea porque desconozcan el vegetarianismo, o porque exista eso que creía un mito, un francés vegetariano.

Frases

Top de frases que alguna vez me ha dicho una mujer:

1. Yo por eso no confío en los hombres que leen.
2. Puesi, si vos no debiste haber nacido acá.
3. Los hombres inteligentes siempre se dan el lujo de ser graciosos.



sábado, 31 de julio de 2010

Metempsicosis

"I told you that we could fly 'cause we all have wings, but some of us don't know why"
Michael Hutchance


De regreso a Bruselas y sin 1 euro en mis bolsillos, a cambio de mi cámara pude cubrir el costo de mis últimas comidas, sin embargo no alcanzaba para el de la marcha en el camino, el último recurso que quedaba era mi pulgar levantado, para el autoroute. Más de una hora en el camino sin encontrar alguien que pudiera conmover a llevarme, hasta que una joven pareja se detuvo, y preguntándome en francés hacia dónde iba, les respondí que a Bruselas, y riendo me invitaron a subir.
Me explicaron que Bruselas quedaba aún muy lejos, como latino ignorante tuve que disculparme por haber caído en el viejo adagio que Europa cabe en un centro comercial, me ofrecieron una noche de alojamiento y comida en su casa, y la promesa del siguiente día llevarme a la estación de la ciudad más cercana, para lograr arreglármelas de alguna manera a tomar el tren.

Eran una pareja joven y con un bebe en camino, demasiado joven para traer un bebe... a Francia, en El Salvador ya tendrían 4 y la mayor fuera una adolescente en miras de perder su virginidad con un niñito que se viste como homosexual y sin embargo se siente el más macho cuzcatleco, además del más listo, misma perspicacia que muy probablemente los vuelva a hacer tener hijos a la misma edad que sus antecesores.
Era una casa en el campo, desde que llegamos se quitaron sus zapatos, una mesa de billar, un poster con simbología inca y otro del león de Judah colgaban de la sala de estar, me dijeron que si podía ayudarlos a recolectar champiñones de su huerta que se encontraba detrás de la casa, al momento que la joven señora ponía algo de Bob Marley, debo confesar que en un momento de morbosidad, me imagine podrían ser de otro tipo de hongos.

La noche y mi estadía estaban siendo de lo más placenteras, salvo por la música (sinceramente nunca me había detenido a escuchar una canción de Bob Marley, es increíble la estupidez de sus letras) y una gata que se asomaba sobre la mesa de billar.

Las charla como típica entre latinos y europeos transcurrió, un europeo te dice todo lo que en toda tu vida no has podido entender de tu país, porque estás mal, porque somos pobres y porque de alguna manera es de nuestra pobreza dónde deriva nuestra felicidad que no entendemos de dónde viene pero nos impregna, y por mi parte, un latino atento, callado, que muestra interés y casi agradece el que le hayan abierto los ojos ante la realidad que estaba ante sus ojos, cuando en realidad debería decirles que se callaran y no hablaran idioteces.
En toda esta charla estaba cuando el gato me hizo centrar mi atención en su proximidad (cosa que la verdad no me costo hacer mucho), se empezó a frotar en mi pierna y cuando menos sentí salto a mi regazo y constantemente buscaba mis manos con su cabeza, debo decir que me incomodo, de verdad detesto los gatos, ante esto, ellos admirados me dijeron que esa gata en realidad era no muy amigable, y prefería alejarse ante extraños.

Empezó a no molestarme tanto el acariciarla, y lo que al principio hacía por cordialidad, empecé a hacerlo por convicción, y luego fue que paso, la gata me vio a los ojos, me perdí en sus ojos, me sentía hipnotizado, poco a poco iba adentrándome en ellos, era como ver a una mosca en su volar y tomar sus alas con la imaginación, deje de ver todo y pase a ver todo a la vez, me vi en una pequeña localidad rusa, era el invierno y era implacable, una Luger colgaba de mi cintura, y ahora los ojos en los cuales me había perdido, no estaban en la gata, estaban en una joven mujer rusa, una prisionera que me pedía un poco de pan y queso, mis demás compañeros se burlaban de nuestros cautivos, quienes a diferencia de nosotros no llevaban uniforme, me conmovió, me conmovió el escuchar su ruego de hambre, pero cuando la vi directamente a los ojos, ese sentimiento de conmoción paso a ser otro, me sentí enamorado, profundamente enamorado, supe en ese instante que era la mujer con la que quería pasar el resto de mi vida, a quién quería hacer reír hasta el último día que dejara de respirar, le ofrecí un poco de pan, y sentí de su parte el mismo sentimiento, el amor tiene un lenguaje propio, yo sin hablar ruso y ella sin hablar alemán, comprendimos que regresaría al caer la noche, para hacernos uno, y perdernos en la inmensidad de todo lo que ante nuestra vista se abría.

Regresé a medianoche por ella, junto a los barrotes de la celda esperaba, todos los demás prisioneros seguramente pensaron que era el momento de perder su vida o su honra, nosotros sin embargo, sabíamos que era algo más por lo que llegaba, sin protesta alguna ni con atrevimientos de ningún tipo y con resignación me vieron los demás prisioneros tomarla del brazo y sacarla de la celda.
Era un camino largo y frío el que nos esperaba, bajo el cobijo de unos pinares entregamos nuestras almas el uno al otro, mismo lugar era más que ideal para esperar el sol.

A la mañana siguiente partimos, a un pequeño pueblo sin percatarnos llegamos, compramos un poco de pan y una bebida con alcohol que no me terminaba de gustar, pero que ayudaba a pasar la nieve, a la salida del pueblo venían unos soldados rusos en nuestra dirección, me vieron de reojo y sentí como esa vista se posaba sobre mi y se negaba a levantarse, ellos sabían que era alemán, no cabía la menor duda, me saludaron en ruso y dije el único saludo que sabía en ruso, pero era evidente que no logré engañarlos, ella empezó a hablarles con angustia pero de nada sirvió, se abalanzaron sobre mi y ella trato de detenerlos, quise alejarla lo más que pude pero me fui imposible, el ruso había descargado ya su pistola, cayo en mis brazos, sus ojos de nuevo volví a tener frente a los míos, esos ojos ahora eran de angustia, esos ojos me veían morir, y sobre mí se acercaba la joven pareja, haciendo esfuerzos inútiles por auxiliarme, ¿como iba a saber que era alérgico a ese tipo de champiñones?, desesperada, la joven mujer tomaba el teléfono, mientras que su marido trataba de quitarme de encima a la gata, que se negaba a desprenderse de mi, sus ojos fueron lo último que vi...

Desperté, tenía una vista un tanto distinta, quizá multiplicada, mis extremidades parecían conjeturar planes malévolos, y con extrañeza sentí como se extendían mis alas, volar será una ventaja para encontrar esos ojos nuevamente...

miércoles, 14 de julio de 2010

Poquitivismo.

"I put a spell on you because you're mine, you're mine"
"I Put a spell on you" de Screamin' Jay Hawkins

Mi trabajo me ha llevado a conocer diversos lugares y entrar, o al menos intentar entrar, en las mentes de muchas personas, soy pues un busca talentos literarios, es menos elitista de lo que se escucha y quizá un poco más mal remunerado de lo que usted se imagina estimado lector.

He conocido de todo tipo de personajes, desde tipos sin mayor talento alguno, mujeres con sueños solo más grandes que sus corazones, haciendo escala forzosa en los vomitivos comprometidos, hasta aquellos que con un café en un bar cualquiera son capaces de hacer la novela más bien pensada, y en los lugares más contrastantes posibles, viajando sin documentos desde San Salvador, con paradas por Berlín, Torun y Londres, hasta la maravillosa tierra de los campos de lavanda de Aix-en-Provence.

Muchos han logrado ser publicados, y muchos no, diversas amistades he creado y muchas caras feas he visto al tener que transmitir a alguien que en efecto sus escritos bien podrían cumplir con la misma función del papel higiénico, pero siempre (y como en muchas historias quizá) voy a recordar a alguien en particular, alguien que conocí, no diré si va a ser publicado o si lo considero bueno o malo, pero una y mil veces podemos vivir tanto en una conversación, y como llegue a esta es lo que a continuación cuento.

Encontrabame en la ciudad de San Salvador, en mi calidad de Sildavio, muchas cosas de esta particular pequeña metrópoli me fascinaban, mucha gente que soñaba vivir caminaban las calles, una corta historia la acompañaba como cualquier otra ciudad latina, y sus pobladores muy prestos a no conocerla misma por corta que fuera, como cualquier otro latino.

Me habían dicho de muchos lugares a los cuales podía visitar para encontrarme con letras tristes, un lugar llamado “Maison de l’art” sonaba muy prometedor, por ello fue mi destino a visitar de entrada.

Llegue a un ambiente muy bohemio, pero como en general no estaba yo acostumbrado, un bohemio vacío y sin alma, las personas hablaban de su enorme erudición artística, y de sus plenos y escondidos talentos, jamás explotados por ese maldito sistema que no los entendía y además los reprimía, pero lastimosamente, nadie tenía talento y neuronas pocas quedaban a costa de la hierba. Cualquier músico creía poder componer, y además creía ser bueno, había unos incluso que tocaban tambores, al unísono tocaban sus tamborcitos y pitaban una y otra vez para guiar su “ritmo” si alguien ha escuchado esa frase de la decadencia de occidente, creo que acá se materializa perfectamente eso y escuchar, como bien dijo alguna vez Richard Ashcroft, su tan famoso y mítico himno urbano en un lugar tan banal como un Mc Donalds.

Salí de ese lugar muy desencantado, pues era en efecto dónde habíanme dicho sería mi mina de oro, así que regrese a mi hotel, pensando en mi regreso a Sildavia.

Antes de salir al aeropuerto baje por un café al restaurante del hotel, y estaba muy vacío, solo había un joven quién en un primer momento, no llamo mi atención.

Mientras tomaba mi café empecé a observar a este joven a quién note, era un tanto singular, leía una edición de Rimbaud en francés, y como no soy muy entendido de esta lengua, supuse por la palabra “enfer” que significaba de Una temporada en el infierno; anotaba mucho en una agenda que consigo tenía.

Quise hablarle, al fin y al cabo pensé, tal vez me pueda llevar una buena conversación de este país.

Cuando me acerque el ni siquiera noto que estaba frente a su mesa, me vio cuando alzo un poco la vista para tomar su espresso.

-Hola, ¿Cómo estás?- dije.

-Bien gracias…- respondió desconcertado.

-¿Puedo sentarme?- pregunté.

-Si usted no es gay si, si no sirva de irse por favor- dijo tajantemente.

-No te preocupes soy casado… y hasta tengo hijos-

-¿Se supone que debo felicitarlo?- dijo finalmente, mientras hacía un gesto con su mano invitándome a sentarme.

-¿Cómo te llamas?-

-¿Quién lo pregunta?-

-Leopoldo Dedalus Caldera, buscador de talentos literarios- y le pase mi tarjeta, la cual vio por un par de segundos sin mucho interés.

-Se ve que su padre era un admirador de Joyce señor Leopoldo-

-En efecto…-

-Cans, Cans Hastorp- y lo escribió en una servilleta para pasármelo, en son de burla y con clara alusión a mi tarjeta.

-¿Qué lees Cans?-

-Me parece que ya lo sabe señor Leopoldo, Una temporada en el infierno de Rimbaud-

-¡Ah Rimbaud, es un amor que dura toda la vida!... ¿y a que te dedicas Hans…- preguntaba, cuando hizo un ademán para que me callara. Estuvimos en silencio mientras sonaba una canción, “ya estás aquí y el paso que dimos es causa y es efecto… cruza el amor yo cruzaré los dedos” decía su letra, de verdad una de las canciones más geniales que he escuchado en mi vida.

-Disculpe usted señor Leopoldo, pero es mala educación hablar cuando suena Cerati, ¿Qué me preguntaba?-

-¿Qué a que te dedicas? Te preguntaba-

-Pues soy estudiante de ingeniería-

-¿Y en ingeniería leen mucho a Rimbaud?-

-¿Y los busca escritores suelen ser tan clasicistas?-

-¿A qué te refieres?-

-Si solo los busca en hoteles lujosos como este-

-La verdad no, en todos lados los busco, acá había terminado ya mi búsqueda, ese olor a plebe medieval me hizo rendirme en un instante-

-jeje… muy graciosa esa frase, y también muy cierta-

-¿no te molesta el que me exprese así?... al fin y al cabo es tu país…-

-¿Por qué habría de?, para empezar es cierto, además cada quién es nacional del lugar que desea, y yo, como Wilde escojo con quienes me relaciono por su apariencia, así que vivir acá, es comicidad pura.

-Cuanta frialdad… eso me agrada-

-Me agrada que le agrade señor, pero en realidad no es frialdad, es simple y sencillamente practicidad, es la naturaleza del hombre ser práctico, aunque poco nos guste reconocerlo, ¿para que buscar en alguien lo que uno es o posee? ¿No le parece tonto?

-Eres todo un personaje muchacho-

-¿Uno de Mafalda?... dígame que Miguelito-

-¿Y escribes Cans?-

-Sí, suelo escribir, aunque como Salinger, aunque sin talento claro está, para mí nada más-

-¿Y que escribes? ¿de que corriente?-

-Pues generalmente letras articuladas sobre papel blanco y sin ninguna corriente, suelo escribir con la ventana cerrada, usted sabe se vuelan los papeles…-

-Ja ja ja… has pasado mi primera prueba, siempre detesto que quieran inventarme mil y una tontería de lo que escriben y como lo escriben, detesto eso-

-¿Gustaría leer algunos de mis escritos?, tengo algunos por acá, son bastante cortos y simples, claro que hago la misma advertencia que algún día las unidades rumanas hicieron sobre sus posibilidades de ayuda a Hitler-

Me paso algunos de sus escritos, relatos en verdad cortos de 2 o 3 páginas, sencillos pero tan encantadores como la conversación que prestaba.

-Son muy buenos Cans, ¿me permites conservar algunos?-

-Sabe… si claro, los que quiera… sabe si dijera que soy de alguna corriente, quizá tendría que decir que soy un escritor Poquitivista, sí, eso sería… soy un abanderado del Poquitivismo-

-Ja ja ja… ¿que?-

-El otro día vi una película de un director gringo, en el cual solo eran 3 personajes, decían poco, bailaban una canción de Screamin’ Jay Hawkins que decía poco, y en general todo era poco, y alguien me hizo una muy mala crítica sobre la misma y me dijo que detestaba el cine minimalista, suponiendo que yo pues creo ser más escueto que un minimalista, así pues tendría que decir que soy un Poquitivista nato-

-De verdad que eres muy ocurrente-

-Bueno señor Leopoldo, ha sido un gusto, pero me parece que ya han terminado de lavar mi auto, que lo deje en el car wash de acá al lado y señor ocurrente debe retirarse-

-El gusto fue mío Cans, mucha suerte con la ingeniería-

Lo vi mientras se marchaba, quizá rondaba los 20 años, despeinado y de all-stars, difícilmente de estereotipar y sin duda, más de comprender. Al pararme para pagar la cuenta me vi con la sorpresa que él había dejado pagada la cuenta, a lo lejos vi hacerme un gesto de despedida con su mano.

jueves, 8 de julio de 2010

De La France, Pays de la loire, Le Mans, Auvers le Hamon, el Sarthe y otros cuentos (o paisajes de cuentos).


If the doors of perception were cleansed, everything would appear to man as it is: infinite.

Parte I: El viaje.
El sábado pasado salí de El Salvador, para embarcarme en esta nueva aventura, esta nueva vida, este nuevo país que ahora me resguarda, tomando la nacionalidad extranjera.
Las despedidas, como siempre son duras, creo que es tácito el sentimiento que me embargo al dejar a mi familia y a un corazón por ahí, que pensaba ya no era mío.
Entre justo al abordaje para el vuelo a Miami, viendo apresuradamente en cada televisor que pasaba, el partido de Argentina, -por lo menos unos cuatro más les van a meter- dijo un señor regordete con una camisa de España riendo, no creo que fuera muy español, su tez y su cajita de pollo campero me hacían pensarlo, aunque su inteligencia bien lo habría podido situar como un perfecto español, además de su pésima forma de vestir. Los pilotos cantaron cada uno de los goles de Alemania, mucha gente en el vuelo hacía caras de dolor y muchas otras se regocijaban e incluso gritaban, y yo, como admirador en mi infancia de la Argentina, únicamente pensaba en lo imbéciles que pueden llegar a ser a veces las personas por su veneración a una persona, aunque al final el fútbol es algo banal, podríamos decir que no hay mayor consecuencia en hacer técnico de un equipo a una persona mediocre, ¡en mi país lo hicieron presidente! Lo más rescatable del vuelo, sin duda “My one and only” una película que ya había visto con anterioridad, pero que volvería a ver una y otra vez, 3 personajes y 1 secundario que la hacen de verdad una película a ver, muy bien creada, entre tanta mediocridad que en estos días (y para ser sinceros, estas décadas) embargan al cine hollywoodense, Renee Zellweger en una actuación únicamente comparable a su belleza, una mujer entrada en cierta edad, que no comprende que su mayor riqueza no es lo que tiene sino lo que es; sus 2 hijos, el mayor un Oscar Wilde en potencia (“soy muy sensible para conducir” de verdad tenía mucho tiempo de no escuchar una frase tan genial en un filme) y el menor, un perfecto Holden Caulfield, que incluso confiesa que “The Catcher in the rye” es su libro favorito; aunado a ellos, el padre músico y mujeriego, que mantiene viva la filosofía que el amar, no se hace en la cama necesariamente. De verdad una película altamente recomendable.
En Miami, me esperaban 3 horas, entre chicles y desodorante pasaba los minutos en el único bar del aeropuerto en dónde se podía ver el juego de España, que soñaba con que el mote de favorito por primera vez fuera por algo, me senté a verlo. Acá si habían españoles y muchos, y sufrían de verdad, menos mal que Paraguay no hizo gol alguno, pues me hubiera visto tentado a celebrarlo, y quizá no hubiera caído en gracia. Raquel se llamaba la puertorriqueña que me atendió, de lo más simpática.
-¿Tú crees que España va a ganar?- me pregunto una, digamos adulto contemporáneo que estaba a la par mía, -pues es probable- le dije -¡hay sí, ojalá que si!- decía muy alegre con su acento colombiano.
-¿Cómo te llamas?-
-¿Ángel, y tú?- heme ahí tuteando, no es de extrañar que cuando regrese llegue con acento jrraaaances.
-Natalia. ¿De dónde eres Ángel?-
-El Salvador… tú de Colombia, ¿cierto?- Notarán, o más bien dicho notaremos, ¿cuando alguien hace burla de un acento o una manera de hablar?
-¡Sí! ¿Cómo lo sabías?.... ¡¡¡¡hay gol, gol goooooool!!!! ¡Qué emoción, España va a pasar!- sonó su celular –¡¡Siiiiiiii mi amor!! Toma, escucha es mi marido que es español- y me pasó su celular, era un ruido de verdad estridente y molesto.
-Que bien- dije, a la vez que fingí una sonrisa.
-Hay no, y yo ya me tengo que ir, ojalá ya no le vayan a empatar, que tengas un rico viaje Ángel, adiós- y se levanto para hacer la fila.
Yo también tenía que abordar un avión, que por alguna manera, se retraso 45 minutos, menos mal que Hesse estaba presto a hacerme compañía, aunque a veces se haga el difícil.
Del vuelo a París, creo no cabe resaltar mucho, un vuelo un tanto vacío, un señor hindú que hablaba poco inglés y nada de francés, a quién su único gesto de emoción que le vi en todo el vuelo, fue el de enojo porque para comer únicamente había carne de res, la discografía completa de Bunbury y muchas horas de vuelo “insomniando” con diversos pensamientos.
Parte II: La llegada.
Todo el mundo se quiere bajar rápido del avión, todo mundo quiere correr en los pasillos del aeropuerto, al final esos 3 minutos de ventaja se vuelven nada al llegar a la fila de control de pasaporte.
-Passport eurrroopeennee- decía una señorita con una pronunciación más nasal y fuerte como ninguna otra antes había escuchado, y un semblante hindú muy notorio, como de costumbre suelen serlo. La cola era larga y aunado a que había una maleta abandonada, por nuestra seguridad iban a cerrar todo el aeropuerto por alrededor de 45 minutos. Se escucha de todo en una fila de pasaportes no europeos en un aeropuerto tan grande como el de París; una dominicana que rondaba los 19 y que se encontraba en plan de eurotrip con su familia (además de muy buen ver), prestando agradable y ligera conversación, que además reía ante cada pronunciación mía sobre sus preguntas sobre como se dice esto u lo otro en francés, hizo que esos 45 minutos parecieran tan simples y cortos como en esencia un padre nuestro.
Pocos minutos tenía según yo, luego de recoger mis maletas para comprar mi billete de TGV destinación Le Mans, menos mal yo había contado mal las horas, y en efecto me di cuenta que tenía una hora más para hacerlo. La cola para comprar billetes de tren era bastante larga y un señor brasileño se debatía arduamente para preguntarme en francés si ahí podía comprar un billete para Bruselas. Finalmente lo compre y tenía aún tiempo para sentarme a descansar antes que el tren llegara.
Al subirme al tren me encontré con que mi asiento estaba ya ocupado por un niño de unos, quizá 4 años, y su madre excusándose me dijo que habían tomado mi asiento porque si estaba lejos de ellos el niño lloraba, pero que tomara el suyo, que era como 2 vagones atrás. Encontré mi nuevo asiento, y aunque había jurado no dormirme para ver todo el camino, en menos de 5 minutos había caído dormido, hasta que un señor me despertó, excusándose, pero que yo ocupaba su asiento, me lo mostro y en efecto era su asiento, bonita pasada, así que ni modo, me toco irme al vagón cafetería, para a base de un espresso, descansar ahí.
Al llegar a Le Mans me esperaba la familia que me iba a albergar y me albergará durante el verano, contento vi 2 caras que me sonreían con un cartelito que llevaba mi nombre escrito.
Durante todo el camino, hablamos sobre particularidades y conocimientos generales ya sea de El Salvador hacia mí, o Pays de la Loire ellos. Maravillado estaba del paisaje, esa campiña francesa que en cuentos había leído nada más, casas grandes, antiguas, extensiones de terreno enormes, viñedos, cerdos, vacas a la par de las cuales nuestras vaquitas parecerían ser crías prematuras suyas, todo eso y más adornaban todo lo que mi vista alcanzaba a ver.
Su casa de lo más bonita, del siglo 14, quizá muy parecida a la que algún día albergo a Golmundo, dos hijos cercanos a mi edad, 2 perras muy bonitas, una labrador de nombre Ethiopie y una teckel llamada Dianne, un gato cuyo nombre es el mismo que el pico más alto de Marruecos al que suelo llamar únicamente mishu-mishu, y para alejarlo, no para acercarlo; estos eran pues, los que iba a pasar a ser rostros familiares durante el verano para mí.

Clichés y tonterías:
Me agrada que nadie te va a juzgar si no te bañas, o te hacen la preguntita tendenciosa de si te vas o no a bañar ese día. Y no digo que no me este bañando.
El inglés de los franceses es verdaderamente foorrrrmidable (you´re for me, for me, fooorrrrrrmidable, la canción más cómica que he escuchado en mi vida, un coro en inglés de una canción que a todas luces denota su nacionalidad).
Es probable que los jóvenes franceses escuchen más rap que todos los jóvenes gringos ya sean afro o alienados white trash.
Había subvalorado enormemente a Michael Bubblé.
En la campiña francesa hay mucha riqueza, de verdad mucha más de la que creía.
La única persona que me ha dicho saber dónde queda El Salvador (y no que si queda cerca de Brasil, o si es en Suramérica o parte de México, o algún estado gringo o si de verdad no tiene ni idea), lo sabía por la MS13.
El miedo de los franceses a aprender otro idioma o la poca competencia que tienen en efecto de hacerlo es únicamente comparable al miedo que siente un salvadoreño a terminar de leer un libro.
En la campiña francesa, en vez de insultar o en el mejor de los casos argüir con un vegetariano, lo harían barbacoa.
Es propio de un idiota salir de su continente sin un adaptador eléctrico.

He deseado ser una canción de Radio Futura.
A diferencia de nuestro país, cuando hace calor se cierran las ventanas para no dejar que entre el calor.
Se asombran de verme correr en las mañanas, pues acá nadie sale a correr en verano, ¡¡mucho calor!!
Acá la vida es eso: vida. Y no, supervivencia.
Creo que la comida hindú parece poco condimentada comparada con la de esta región.
La música en español que se escucha, es la de Manu Chao.

Para los jóvenes acá, el Pastis es más francés que el vino.